laboratorio de danza contemporánea y composición coreográfica

Facultad de Artes
Universidad de Cuenca
Ecuador

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Para el presente y futuro de las artes escénicas y las artes en general, se hace imprescindible el procurar un creador que, de manera amplia y con sentido crítico, proponga discursos que respondan a las necesidades actuales de la creación y la investigación; que conecten, de diversas formas, con su entorno socio-cultural y que promuevan la búsqueda de una identidad artística ecuatoriana.
En este sentido, el LABORATORIO DE DANZA CONTEMPORÁNEA Y COMPOSICIÓN COREOGRÁFICA, de la Carrera de Danza Artes Escénicas de la Facultad de Artes de Cuenca busca actualizar conocimientos, tendencias y metodologías en la formación de los estudiantes, y facilitar la experiencia pedagógica, para mejorar el estatus de su participación en los procesos artístico-culturales.
De igual manera, el Laboratorio enfatiza la reflexión y el acercamiento teórico en los alumnos, para producir una mirada más amplia y contemporánea del hecho escénico, que garantice el manejo optimizado de insumos y herramientas teórico/prácticas para generar nuevos saberes sobre el mundo escénico y el arte.
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Acerca del Director
Ernesto Ortiz es bailarín, coreógrafo y crítico de danza. Su obra ha sido de gran influencia en la escena dancística ecuatoriana desde hace varios años. Tiene a su haber varios premios y su obra se ha presentado en distintos países. Ha colaborado como maestro residente y coreógrafo invitado con instituciones del nivel de la Universidad de Harvard (2005), la Universidad de Vassar (2005), la Universidad de Illinois (2007) y la Universidad de La Habana (2020).
Asimismo, ha desarrollado su trabajo en medios impresos, nacionales y extranjeros, tales como Mundo Diners, Conjunto (Casa de las Américas), El Búho, El Apuntador –entre otros-, especializándose en la crítica de artes escénicas.
Actualmente, Ortiz es docente-investigador titular de la Facultad de Artes de la Universidad Estatal de Cuenca y dirige el Laboratorio de Danza Contemporánea y Composición Coreográfica.

Taller “Estructuras corpo-espaciales para la improvisación”

Descripción: Con la asunción de que todos podemos bailar, se plantea este taller que trabajará sobre fundamentos del movimiento humano y el movimiento de la danza, particularmente.  Las actividades del taller buscarán que quienes lo tomen puedan experimentar e investigar sobre su percepción del espacio, la energía, el tiempo y el flujo.   Estas percepciones corporales se asumen como un medio de expresión, movimiento y composición. La clase se compone de un calentamiento enfocado a contactar con las particularidades de cada bailarín, y se continuará con ejercicios más complejos que provoquen cualidades de improvisación e ideas/imágenes composicionales. 


Cada parte del taller busca no solamente el sentir un placer al moverse, sino compartir un espacio de trabajo para aumentar la experiencia como intérprete-creador. Las premisas metodológicas (a grandes rasgos) son:


1.- Estructuras arquitectónicas en movimiento 

2.- Arquitectura interna: cuerpo superior, cuerpo medio, cuerpo bajo 

3.- Relaciones espacio-arquitectura: traslación de la imagen/idea/impulso al cuerpo y al movimiento, en relación con la topografía del espacio

4.- Planos de la arquitectura en el cuerpo y en el movimiento y su traducción en acciones y partituras


PARTICIPANTES:

RUBÍ BARROS, CARLOS CORTÉZ, KARLA VÁZQUEZ, RUTH CHICAIZA, EMILY PISCOCAMA, JENNIFER OÑATE, JESSICA SICHA y VALERIA MOROCHO

Ernesto Ortiz (Libro "Teoría de la forma" UCuenca, 2019)

1.- Lo que se mueve cuando bailamos es un conjunto muy complejo de ideas, imágenes y deseos. Bailan las formas que hemos aprendido como “danza”: los pasos, las transiciones, el uso del peso y las características anatómicas.  Bailan las imágenes que están instaladas en nuestra mente como posibilidades de movimiento, las formas que estas producen en el cuerpo y su trayecto en el espacio, y que, no siempre, son correspondientes con lo pensado / imaginado.  Bailan asimismo los deseos que tenemos de producir una cierta forma con el cuerpo, y la voluntad física de este deseo es una acción sensual.

2.- La capacidad de cada cuerpo de conjugar estos elementos es distinta: cada cuerpo hace uso diferente y diferenciado de sus propias ideas, imágenes y deseos. Así pues, bailar en cada cuerpo comporta una selección y una organización distinta de esos elementos. En unos casos las formas aprendidas y asumidas universalmente como “danza” cobran mayor protagonismo. En otros, lo hacen las imágenes que traducimos en formas; en otros, los deseos de proyectar cierta forma. Esta capacidad disímil de organización hace que una misma configuración de movimiento propuesta sea traducida de manera particular por cada cuerpo.

3.- Coreografiar es, por tanto, permitir que esas capacidades heterogéneas de deseo, proyección y ejecución de una forma-movimiento entren en acción y, posteriormente, en diálogo. Coreografiar consiste en visualizar y reconocer esas diferencias en la asunción de la forma-movimiento propuesta y la forma-movimiento que aparece en cada cuerpo, tras su propia negociación.

4.- Componer coreográficamente es construir combinaciones de esas apropiaciones y producciones de forma-movimiento, que los cuerpos producen, en el espacio. Tales combinaciones siempre estarán en relación con las disposiciones espaciales en las que la forma-movimiento es inscrita, y dependen fundamentalmente de su relación con esas disposiciones. El trayecto espacial que los cuerpos que bailan producen está íntimamente relacionado con las características de ese espacio; y la forma-movimiento se reconfigura, se redefine, se reconstruye a partir de esas disposición espacial.

5.- Componer coreográficamente es también reconocer las posibles relaciones que, en el trayecto espacial, los cuerpos que producen forma-movimiento son capaces de generar. Al reconocer estas relaciones que son producto del cruce de esos trayectos espaciales y las distintas traducciones que los cuerpos hacen de la forma-movimiento, una nueva capa de información sensorial (visual, audible) aparece a los ojos del coreógrafo. Coreografiar es, en consecuencia, el reconocimiento de esas relaciones y su organización voluntaria, en una combinación de energía, espacio y tiempo.

6.- Crear una obra artística, una máquina estética escénica implica aun otros factores. Si componer coreográficamente es organizar la forma-movimiento de varios cuerpos en un espacio particular, a partir de las relaciones que se producen entre esos cuerpos; crear una máquina estética implica entrar en diálogo y relación con los demás elementos que circundan esos trayectos de forma-movimiento y que los contienen. Iluminación, elementos escenográficos, elementos de vestuario, sonorización (música, paisajes sonoros, textos, etc.), las características arquitectónicas y las disposiciones espaciales deben entrar en relación con esa organización de elementos que es la composición coreográfica.

7.- Crear una máquina estética escénica implica entonces imaginar de qué manera todos estos elementos (corporales, coreográficos, espaciales, sonoros, escenográficos, lumínicos, etc.) producen relaciones que pueden ser temporales, espaciales, corporales, visuales, sonoras. Y cómo esas relaciones generan una combinación de energía, espacio y tiempo que el coreógrafo debe definir (y re-definir cuando es necesario) para construir un orden y un concierto propios de tales elementos. Esto es la obra, la máquina estética.

8.- Cada experiencia creativa supone una planificación. Esta planificación y el norte creativo hacia el que apunta, es lo que garantiza que cada experiencia de creación represente una modificación en la práctica artística. Esta modificación conlleva un avance o un paso cualitativo, si se entiende de qué manera los procesos creativos: coreográficos, dialogales, estéticos, etc. fueron realizados. Sin embargo, esta planificación es una brújula, no un plano indefectiblemente trazado: la cualidad viva de la danza la modifica constantemente. En tal sentido, el trabajo de organización es mayor. El coreógrafo debe asumir esa cualidad orgánica para construir experiencias vivas de creación, pero que apunten a un producto que constituya en sí una experiencia estética con su propia lógica interna. El azar es parte del proceso, no de la obra final.

9.- Bailar entonces es imaginar, pensar, desear, ejecutar y organizar el movimiento.

10.- Coreografiar y componer coreográficamente es organizar el ímpetu de esos deseos y pensamientos hechos forma, para construir una unidad de elementos que produzcan otra forma que no solo los contenga, sino que los mantenga en relación armónica y orgánica.
La pandemia Covid-19 reconfiguró toda práctica y vivencia humana, en la medida en que desterritorializó los cuerpos del campo social y de las relaciones interpersonales en la búsqueda de condiciones de bioseguridad, propias de un contexto casi post-apocalíptico, para el que ningún ser humano estaba preparado.
En este campo minado de inseguridad y miedo, de preocupación y cuidado, uno de los mayores efectos secundarios fue el alejamiento del cuerpo como eje de actividad y locus de movimiento. Las artes no fueron la excepción, y por supuesto no lo fueron las artes escénicas tampoco. Y en ellas la falta de socialización y de movimiento corporal atentaron contra su propia ontología.
La práctica dancística en el proyecto El espacio en mí, del Laboratorio de Danza Contemporánea y Composición Coreográfica de la Universidad de Cuenca, abrió la posibilidad de reinterpretar el movimiento confinado y posicionarlo en el exterior, en una búsqueda por la recuperación de la movilidad y la libertad que son propias del arte de danzar. Y, en esa búsqueda también radicó la posibilidad de una reconstrucción de la propiocepción de cada participante del laboratorio, de una reconfiguración racional y sensible de sus corporalidades y sus capacidades como artistas de la escena.
En esa reconfiguración, también se significó de otra forma el espacio, como un elemento que asiste a erigir, directamente, la composición coreográfica. El espacio entonces operó como signo y significante, como narrativa y como metáfora, como causa y como consecuencia. La creación dancística fue, por tanto, un proceso de generación de sentidos afectada por el emplazamiento arquitectónico y espacial, por su huella en los cuerpos y por la manera en la que este los contuvo. Pero también ese espacio fue transfigurado por el movimiento, reinterpretado por el tránsito y la energía de la danza, para entenderlo y vivirlo de maneras remozadas, en un momento históricamente tan crítico.
Los productos finales, el libro digital y el videodanza, representaron así el lugar para compartir esa experiencia del proceso creativo, para ponerla en la palestra y buscar la reactivación de otros cuerpos, de otras sensibilidades. Para contagiar, en la mejor acepción de la palabra, del placer por el movimiento y la recuperación de la movilidad en un contexto pandémico, que redujo las posibilidades de encuentro y movilización.

https://www.youtube.com/watch?v=eOFo_RXA8ok&t=34s

Libro "El espacio en mí" en línea: https://drive.google.com/drive/folders/1jBkP1ekBJiWEf_cUAZkOHLwBijgiUbT7

Artículo académico en RIPA: https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/revpos/article/view/4463?fbclid=IwAR0WsTjF3g8ZDLU-UX572pbo_wWxub5K8K-U09Ok58oWy_M8_kVliXJ3sn4

"El espacio en mí" en swissinfo.ch: 

https://www.swissinfo.ch/spa/ecuador-danza_-el-espacio-en-m%C3%AD---gesto-nost%C3%A1lgico-en-danza-que-quiere-borrar-a-la-pandemia/46828640

Dirección: Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: Ernesto Ortiz, Carlos Cortéz, Alexis Bermeo, Natasha Salas

Música: Libertad Figueroa  
Video: VectorCreativo / Pedro López
Diseño gráfico: Adn Montalvo / Mujica TMP
el espacio en mí (2021) imageel espacio en mí (2021) image
El tríptico audiovisual, reconocible a primera vista como una obra de video danza, se orienta en sentido opuesto a la vanidad o el regocijo personal de descubrir nuevos estados del alma o innovaciones expresivas, las cuales pasan por el territorio dinámico de la danza, para instalarse en el campo de la presencia como verdadero entorno de resistencia y transformación de los actos que se exponen. Porque la presencia, individual o colectiva, real o evocada, es el pretexto para la mixtura de los lenguajes en la imagen que transcurre en un aquí y ahora permanentes. La presencia, en sus fragmentos y reminiscencias, actúa como la máxima cota de tensión que atraviesa las situaciones convergentes en el relato, compuesto desde los presupuestos del movimiento y las teatralidades. La alternancia y superposición de gestos e individuos, cual monólogos o solos, traslucen modos distintos de presentar y representar a los sujetos que intervienen en los espacios de la ficción y sus elaboraciones discursivas. A través de la oscuridad, la luz y el color, reconociendo los sonidos que indican territorios
y tiempos íntimos y colectivos; los viajeros de estas estaciones tienden sus puentes para el reencuentro. He ahí la sutileza del tributo social de Ernesto Ortiz y sus compañeros de creación con Exvoto; video arte, documento, archivo o relato visual integrador de un tejido de acciones, imágenes y sensaciones que exploran en los estados de la conciencia, a partir del compromiso físico y sensorial de los artistas que intervienen en la propuesta, quienes muestran sus visiones personales y se muestran
en plena búsqueda de acuerdos o respuestas a sus propios confinamientos, sin acudir a afeites ni simulacros, en momentos de conmociones tan estremecedoras.

EBERTO GARCÍA ABREU (UNIVERSIDAD DE LA HABANA)

https://vimeo.com/442087041
https://vimeo.com/442092221
https://vimeo.com/442112730

Artículo académico en RIPA:
 https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/revpos/article/view/3566?fbclid=IwAR1NryD5M1xAq7xFNNXqx7N6AJkQnT3BMun_CLAveNtSReKAeww1N6zzqEA

Dirección: Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: Estefanía Vimos, Carlos Cortez, Ernesto Ortiz, Synnove Urgiléz, Rebeca Matute
Música: Marcelo Villacís, Libertad Figueroa
Durante el tiempo de cuarentena, y luego en el contexto ambiguo de la recuperación de la actividad social y la práctica creativa en comunidad, el LabDanzaCue, generó una serie de conversatorios y entrevistas con artistas e investigadores escénicos -de varios países- sobre diversos temas de nuestro interés: la docencia en el contexto actual, la investigación en las artes escénicas, las herramientas de creación y composición, entre otros.

Los links a estas entrevistas, dirigidas por Ernesto Ortiz a continuación:
https://www.instagram.com/ernestortizm/

Lucas Condró:  https://www.instagram.com/tv/CEHkeqjl1NA/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR11j20hfKnyyJcm7VrJRnWzDWASUW3d5QcP7O1NS3Tn0LRXxiwv1rMJv40

Lorena Delgado: https://www.instagram.com/tv/CAdCfhal_8n/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D

Carin Louro: https://www.instagram.com/tv/Cf4lJd1FJy8/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR2jT91M9pyfr6lgLjjjAX5oF8xCzd8XFWhOEslB9VKXgPqFJk6_wgvrgSE

Camila Seeger: https://www.instagram.com/tv/CcyUtgGp28D/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR0vIRe2BrcFunUVLwqFOyxsyucG28cPawtTdC7Qh_bAK8wBd7hxQWDkT9s

Milena Rodríguez: https://www.instagram.com/tv/CcOd-AMpBjb/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR1ElxneSmsnT2_mY6Jd5pYXLlzZKoYrZ7rDe55BdRfJ4WxZgqQQNx90joA

Vanessa Pérez: https://www.instagram.com/tv/Cb8dphJJ4_d/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR0YwfCcAmQynqnIjlJqro8LnAzfTs9U6TfhtZ-Wn5eoHXDyPHbDvidnURA

Madeleine Shen: https://www.instagram.com/tv/CDt2LkglBpv/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR2VXi5wRqW5zssTun5ZWxul4lBLV48M7QSyF0qIG1efvj_Uk4z4uFTH8oU

Carolina Váscones: https://www.instagram.com/tv/CDbz3sEFJ3O/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR3UtNlo_eZhoisoQNKVqaf3bp1m4TaCWeO3Mh3CniNIuEyeb731ukbGIa8

Viviana Sánchez: https://www.instagram.com/tv/CClwILulR81/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR0_vdiqPE2ppMhFpsMTOTHfUR9G1iEMGZnrfq9t8cDpU_7zz2_daTqnh9M

Christian Masabanda: https://www.instagram.com/tv/CCTtIJZlPOx/?igshid=Yzg5MTU1MDY%3D&fbclid=IwAR2PxecSY7R1Pdp3elph8xD6Rg6j5tDHO-mM7WZakioHSOvwbHKKLzcCk7Q

entrevistas a artistas e investigadores escénicos en instagram image

Dinámicas del encierro y el aislamiento

El encierro y el aislamiento fueron la posibilidad de reconexión con la capacidad humana de sentir, hacer y pensar en infinitos círculos de información y acción. En un uróboro que nos regresó a nosotros mismos.  El reto radicó en amplificar la percepción y el pensamiento para entender este nuevo momento y provocar procesos de vida e inteligencia que sobrepasen los actuales.

Así que con la ayuda de 51 artistas de distintos países, formaciones y experiencia, conformé este grupo virtual de investigación/creación, desde la certeza de que todos contamos con herramientas y capacidades que nos conectan, nos aúnan, nos hermanan.

https://movernosxmovernos.weebly.com/

Dirección: Ernesto Ortiz
Artistas: Andrea Martínez, Callie Chapman-Korn, Carin Louro, Carlos Cortéz, Carolina Váscones, Coco Maldonado, Cote Bretti, Dagmar González, Denise Neira, Estefanía Vimos, Gabriela Paredes, Irina Pontón, Laura Corral, Libertad Figueroa, Maite Zamora, Marcelo Villacís, Milena Rodríguez, Paúl Rey, Pedro López. Rebeca Matute, Rommy Coronel, Santiago Motoche, Sofía Calderón, Sofía Mera, Synnove Urgiléz, Valeria Aguirre, Adn Montalvo, Andrés Jaramilo, Ariel Monroe, Camila Enríquez, Christian Masabanda, Carina Pérez, Claudia Maggiorini, Darashea Toala, David Jaramillo, Enriqueta Terán, Esteban Donoso, Gabriela Minda, Génesis Morán, Jorge Agudo, Jorge Parra, José Omar Artega, Lorena Delgado, Luis Cifuentes, Martina Varea, Mauricio Maggiorini, Mirta Castro, Nancy León, Nube López, Sebastián Martínez, Vanessa Pérez
movernosxmovernos (2020) image
Hace poco más de diez años, estrenaba Negra boca del sueño. En ella,
revisaba la historia de Katherine Cliffton y de Lászlo de Almásy, los atormentados personajes de ·El paciente inglés· (tanto del libro de M. Ondatjee, como de la película de A. Minghella). Lo que había decidido hacer era contar la historia luego de la muerte de ambos. Cosa que ni el libro ni la película hacen.
Así que me di la libertad de imaginar una conversación entre ambos, en su versión de ectoplasma. Y entonces apareció un personaje más (encarnado por la cantante Joanne Vance), que les visitaba aún luego de la muerte. Y era la muerte misma.
En el tintero de Negra boca del sueño se quedaron muchas imágenes y
necesidades de movimiento que decidí no poner en esa obra. Nunca volví a acordarme de ella porque fue la última obra que hice antes de dejar Quito y venir a vivir a Cuenca. Era como un recuerdo farragoso, incompleto, del que –sin saber por qué- me iba alejando con demasiada prontitud.
Luego de cuatro meses de actividades de laboratorio y ensayos, en los que el cuerpo y el movimiento fueron suficientes para construir un lugar desde el que hablar, me di cuenta que Cliffton y Almásy me llamaban. Digo me llamaban, porque sin ningún motivo aparente (los trucos del inconsciente, quizá), releí a Ondatjee y volvía a ver a Mighella.
Hoy, al escribir esto, colijo que fue la época en la que volví a soñar con mi papá: personaje enigmático y difuso al que desde hace poco más de un año, empecé a ver con mayor indulgencia y curiosidad. Y, probablemente, tendrá que ver con que su fantasma ha empezado a rondarme pertinazmente. Lo cierto es que fue entonces que entendí (como casi siempre sucede al final) que lo que estaba haciendo en la sala de ensayos era reinventar lo que había quedado en el tintero de Negra boca del sueño: las imágenes y las cualidades de movimiento que reposaban en mi
cabeza, desde el 2010.
Me provocó un tanto de escozor eso de deberme a algo. De programarme a hablar sobre algo, de ponerle una historia previa a lo que compongo, porque entonces termino construyendo una apología a la nostalgia y al desasosiego. Y, por más que lo disfrute, prefiero siempre el desconocido norte del movimiento por el movimiento, en el que son las formas y las velocidades las que construyen un sentido, una historia.
La palabra nunca ha estado ajena a mi obra. El verbo me ha articulado como creador y lo seguirá haciendo hasta que lo encuentre adecuado. Así que, volviendo a imaginar a estos dos personajes, la palabra vuelve a imponerse como necesaria para completar las capas de ectoplasma, las voces que se escuchan a lo lejos y los movimientos que se desvanecen. No sé qué tan cierto sea todo esto que hoy pienso con respecto a lo que estoy trabajando. Lo que sí sé es que hay dos impulsos vitales en mi, para este proyecto en particular: lo que Almásy no le contó a Katherine Cliffton, y la certeza de las cualidades de movimiento que quiero trabajar técnicamente.
En este terreno farragoso, pantanoso e inseguro nos hemos instalado los
bailarines y yo para probar desde varias estrategias creativas darle un vuelco a las formas de creación.

https://www.youtube.com/watch?v=8cKqWrNRXc4

Fanzine de la obra:
https://issuu.com/labdanzacue/docs/el_corazon_es_un_organo_de_fuego_ii

Artículo en "El Apuntador":
 https://www.elapuntador.net/articulos/el-corazn-es-un-rgano-de-fuego-un-latido-que-interpela-genoveva-mora-toral?fbclid=IwAR2fLf_joOqRwJEzONadlFkSPAyICNEQwFSGFmCk3vZrJBzZkjTN1pW-sf4

UCuenca en línea: 
https://www.ucuenca.edu.ec/component/content/article/173-espanol/cultura/noticias-cultura/1227-el-corazon-es-un-organo-de-fuego-instalacion-dancistica-en-cuatro-actos

Dirección, instalación escenográfica y textos: Ernesto Ortiz

Intérpretes/Creadores:
Rebeca Matute, Carlos Cortez, Synnove Urgiléz, Estefanía Vimos, Rommy Coronel, Samantha Villota
Música: David Vásquez
Video: Oscura films, Mateo García
Invierno, 10 formas de sentir frío es una obra de danza contemporánea en la que se conjugan, intensa y armónicamente, las corporalidades y personalidades de doce bailarines, una actriz y siete músicos, en una propuesta que recorre diez estaciones / escenas sostenidas por una fuerte fisicalidad y un ritmo vivo que construyen un discurso escénico contundente.
A partir de varias técnicas contemporáneas de danza y composición coreográfica, la obra dialoga en su vitalidad con la música de Johan Sebastian Bach, Antonio Vivaldi, Philip Glass, Cacey Cangelosi y Arvo Pärt en arreglos y dirección del Ensamble de música contemporánea de la Orquesta Sinfónica de Cuenca, así como con textos escritos para la pieza por Zuzana Smetackova y Ernesto Ortiz.

Dirección: Ernesto Ortiz
 
Intérpretes/creadores:
Synnove Urgiléz, Estefanía Vimos, Pedro López, Fabián Escandón, Clara Polo, Rommy Coronel, Nancy León, Santiago Motoche,
Carla Altamirano, Alejandro Endara, Andrés Ordóñez, Zuzana Smetackova, Danilo Gutama

"El decálogo del frío" de S. Rivadeneira en ​​​​El Apuntador
https://www.elapuntador.net/articulos/el-declogo-del-frio?rq=invierno

"Una apuesta audaz: Invierno" de C. Vázquez en TeleSurTv
https://www.telesurtv.net/bloggers/apuesta-audaz-invierno-frio-danza-20180731-0002.html

"Llegó el invierno" en Revista La Mata:
https://issuu.com/lamatadefrioazezino/docs/diario1_out/1

"El invierno en escena" en CuencaSocialClub:
https://www.cuencasocialclub.com/cultura/el-invierno-en-escena/


Inventamos el tiempo y el espacio. Inventamos los caminos y las esquinas, las oraciones y los mantras. También inventamos los sonidos que, infructuosamente, pretenden camuflar el silencio; inventamos los arcos y las flechas que rara vez aciertan en la diana, los adornos y las luces que engalanan el moho que recubre los recuerdos; y recordamos más dulce y nostálgicamente de lo que vivimos.
Inventamos un sinfín de palabras y signos para explicarnos el miedo a la muerte y el vacío; entramos en detalles sobre cosas que no entendemos ni de lejos. Ni de cerca entendemos lo que inventamos, lo que artificiamos en cada inicio y en cada final.
Pero es inútil. Solo basta una vuelta más de la tuerca, una palabra suelta o un lazo mal atado, y naufragamos irremediablemente, una vez más. Naufragamos estrepitosa, violentamente. Naufragamos arrastrando con nosotros los otros naufragios, de los que hemos sido autores y de los que no. Naufragamos sin posibilidad alguna de salvación, desbordados por el despecho, rezumando pena y dolor. Naufragamos en silencio y hasta el fondo, despojándonos de cualquier resquicio de valor, de fe y de esperanza. Naufragamos entre los transeúntes, en medio del río, al cruzar la calle. Naufragamos creyendo en la ternura, como si ella nos hubiera alguna vez elegido. Naufragamos con un nudo en la garganta, tan grande y tan duro que nos ahoga antes de darnos cuenta que estamos naufragando de nuevo.

Artículo académico en Revista Tsantsa por Cecilia Suárez: 

https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/tsantsa/article/view/3417/2457

Texto de S. Martínez, Revista Tsantsa: 
https://publicaciones.ucuenca.edu.ec/ojs/index.php/revpos/article/view/2147

Dirección: Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: Andrés Ordóñez, Clara Polo, Fabián Escandón, Jonathan Alvear, Karla León, Rommy Coronel, Santiago Motoche, Sofía López

Instalación: Sebastián Martínez
La pieza es producto de varios meses de actividades de investigación, improvisación y creación dancística, cuyos insumos y materialidades se organizaron paulatinamente en una estructura coreográfica que, alimentada por una estrecha relación con el espacio y el objeto, entró en diálogo intenso con los mismos para generar un recorrido no solo de las corporalidades involucradas, sino de los mapas espaciales que fueron construidos, deconstruidos y reconstruidos.
Varios mecanismos de composición coreográfica se utilizaron, siempre a partir de la relación con las ideas, conceptos e imágenes que sobre la palabra “distancia”, fueron manejadas por los intérpretes y el director. Sobre este esquema, se diseñaron mapas espaciales y recorridos
corporales que fueron traducidos en movimiento / materialidades / escenas; y que eventualmente conformaron la gran partitura de la obra.
Una construcción escenográfica aparece como propuesta espacial y opera como pretexto de creación de materialidades y formas corporales. En estas traducciones el objeto es comprendido como lugar detonante de acción y creación corpórea.

Dirección, sonoridad, instalación y textos:
 
Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: Andrés Ordóñez, Diego Pizarro, Estefania Vimos, Rebeca Matute, Rommy Coronel, Viviana Sánchez

https://youtu.be/1LonG9nGP9o
https://youtu.be/d8SUD3zc2PY
https://youtu.be/y3QVQalhmKM

Registro del proceso en Weebly:

https://ladistancia.weebly.com/

Componer coreográficamente es también reconocer las posibles relaciones que, en el trayecto espacial, los cuerpos que producen forma-movimiento son capaces de generar. Al reconocer estas relaciones que son producto del cruce de esos trayectos espaciales y las distintas traducciones que los cuerpos hacen de la forma-movimiento, una nueva capa de información sensorial (visual, audible) aparece a los ojos del coreógrafo. Coreografiar entonces es el reconocimiento de esas relaciones y su organización voluntaria, en una combinación de energía, espacio y tiempo.

Dirección e instalación escenográfica: 
Ernesto Ortiz

Artículo en Revista 3D joints: https://lasospechaperpetua.wordpress.com/2020/11/29/real-time-composition-contemporaneity-and-somatic-awareness-in-the-work-of-the-ecuadorian-choreographer-ernesto-ortiz/?fbclid=IwAR1g1yByJe29qclJY3TKx-MgCAt-91G7bywHuQ4sOVf1V42G4jpgQ1RCmIU#more-2446

Intérpretes/creadores:
Andrés Jaramillo, Andrés Ordóñez, Ernesto Ortiz, Synnove Urgiléz, Verónica Farfán, Ximena Parra

Música: Daniel López, Marcelo Villacís

Obra comisionada por el Festival Mínimas Residencias (Quito, 2015)

En febrero 2015, el Festival Mínimas Residencias de Quito comisionó la creación de "Nada", como parte de su programación.  Esta experiencia de laboratorio consistía en habitar un espacio no escénico, durante una semana, 24/7, para generar y organizar materiales que conformaran un producto de algún tipo.

Diversos artistas de diferentes disciplinas presentaron sus trabajos y se procuró un diálogo sobre la experiencia en este marco práctico/conceptual.

"Nada" fue presentada en el Café 75, en el tradicional barrio quiteño de "La Tola".

https://vimeo.com/122381604

Dirección: Ernesto Ortiz
Intérpretes / creadores: Irina Pontón, Ximena Parra, Ernesto Ortiz
Sonido: M. Villacís
En La señorita Wang soy yo, las palabras y los movimientos se funden y se
superponen, para tejer un entramado de relaciones y momentos que soportan el recorrido del personaje principal que -en resonancia con todos los demás bailarines- se erige como un espectro nostálgico que condensa a todas las mujeres que habitan 2046 (el film de Wong Kar Wai), y que sedujeron la corporalidad, el verbo y la emoción de la protagonista, para construir esa Señorita Wang que vive y respira en Cuenca, en el 2014.

https://www.youtube.com/watch?v=CNIzXRZbUMs&t=37s
Video: Christian Maldonado
Soundcloud: 
https://soundcloud.com/sonus-ensamble/sets/la-senorita-wang-soy-yo

La señorita Wang soy yo de Santiago Rivadeneira en StudyLib y El Apuntador:
https://studylib.es/doc/5847329/la-se%C3%B1orita-wang-soy-yo---santiago-rivadeneira

Tesis Análisis de La señorita Wang soy yo de Estefanía Vimos, Repositorio institucional Universidad de Cuenca:
http://dspace.ucuenca.edu.ec/handle/123456789/25498


Dirección, instalación y textos: 
Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: 
Consuelo Maldonado,
Andrés Jaramillo, Andrés Ordóñez, Francisco Matute (+), Karina Morocho, Rebeca Matute, Samantha Villota

Músico:
Juan José Ramón

Registro del proceso en Weebly:

http://lasenoritawangsoyyo.weebly.com/about.html
Una vez más la premisa es "perder el control". Nada tan complicado. Nada tan inasible. Nada tan aterrorizante. Y ¿por qué?... porque perder el control es salir de la matriz creativa, del espacio seguro en el que se va configurando una estructura estable y articulada, que tiene por propósito un resultado, un lugar de lectura cómodo para el espectador, en el que se garantice su disfrute y su deleite. Pero ese no es el objetivo ahora. Ahora quizá nos competa más el generar un espacio para construir experiencias antes que pedagogías. Un espacio en el que se vuelcan los tiestos y los colores se mezclan sobre el suelo inestable de una música que cada día cambia. En ese espacio, sobre ese suelo movedizo, nos hemos estado reinventando cada jornada. Al revisar los diarios y los vídeos, es impresionante la cantidad de material que ha sido generado y que no está en el "inasible" orden final. Pero no lo extrañamos, ni lo echamos en falta. Ese material fue también, y sobre todo, un lugar de comunión y de mestizaje. Un lugar en el que las voces se confundieron y terminaron siendo las de todos y la de nadie. Da mucho miedo trabajar así. Porque el inconsciente habla, grita más bien. Y eso siempre da miedo.

Dirección: Ernesto Ortiz

Intérpretes/creadores: Andrés Jaramillo, Ernesto Ortiz, Milena Montenegro, Rebeca Matute, Synnove Urgiléz

Sonido: Pedro Astudillo, Marcelo Villacís

https://www.youtube.com/watch?v=mGEwghLkDQc

ATANDO CABOS  es un ejercicio multidisciplinario, en el que convergen las experiencias coreográficas, musicales y audiovisuales de tres artistas ecuatorianos: Ernesto Ortiz, José Urgilés y Blasco Moscoso.

Todos interesados en un diálogo permanente y una escucha activa, para desarrollar un producto que -entendido como sujeto a cambio- revele el nivel de incidencia e impronta entre los participantes/ejecutantes.

A partir de una idea propuesta por Ortiz, los tres artistas mencionados se juntaron también con el artista visual Juan Pablo Ordóñez (en la segunda cámara) para, desde la improvisación coreográfica y sonora, generar un resultado que apela a la perspectiva de cada uno, a la composición en tiempo real y a la pericia audiovisual de Moscoso, como editor final

Idea: Ernesto Ortiz
Artistas: Blasco Moscoso, José Urgilés, Ernesto Ortiz, Juan Pablo Ordóñez
Espacio: Salida de Emergencia (Cuenca)

https://www.youtube.com/watch?v=MsF2yDaTmW4 

https://vimeo.com/80362110 


La señorita Wang soy yo (2014)

La señorita Wang soy yo, y hablo sola.
¿Cuánto tiempo llevo en este tren?... ¿cuánto? El barco zarpa dentro de dos días, desde el puerto se alcanza a ver la herrumbre en las escotillas. Hermosas y delicadas manchas que lo pueblan todo, que lo dibujan todo. Delicadas, modestas y solitarias… si lo pienso bien, yo soy una mancha de herrumbre. Y en este tren no termino de aparecer: no hay nada que pueda ser manchado.
Si llego a 2046, podré preguntarle por qué no volvió. Prometió volver, pero no volvió. ¿No prometiste que iba a volver?
Ya no recuerdo si lo hiciste. Todo ha vuelto a la normalidad, y los recuerdos ya no son rastros de lágrimas. Son todo menos un rastro, ni siquiera un perfume. ¿No prometiste que ibas a volver?...

Mil minutos después, el barco sigue en el puerto. Y mi tren avanza solo, rápido y silente. He empezado a olvidar también dónde estoy yendo. Quizá es porque no hay ningún ruido alrededor. No escucho nada. Nada más que mi voz. ¿No prometiste que ibas a volver? … ah! Ahora recuerdo, “nada dura para siempre”. También lo dijo el señor del sicomoro. Él había escondido su secreto en el sicomoro, lo había escrito en un papel y lo tapó con barro dentro del hueco que hizo en ese árbol… él dijo que nada dura para siempre, yo no le creí. Casi nunca creo nada de lo que dicen los demás. Pero él lo dijo. Así que nada dura para siempre.
La señorita Wang soy yo. Y hablo sola.
En todo espacio y en todo este tiempo solo perdí. Perdí! Es tan sencillo perder, el arte de perder no es difícil de dominar. Tantas cosas que están llenas del deseo de ser perdidas… Se pierde algo cada día. Se pierden las llaves, se pierde el tren, se pierde una hora mal vivida. Pero el arte de perder no es difícil de dominar. He perdido dos ciudades, tres casas pequeñas y el reloj de mi madre. Y miren! nada fue finalmente un desastre…
Hay que perder algo más cada día. Pierdan sus nombres, sus documentos, pierdan la partida de nacimiento y el color en la piel. Yo perdí ya dos reinos, tres ríos y un continente! Los extraño, pero no es un desastre…
Si sigue lloviendo así, no voy a llegar a 2046. Y si no llego, tendré que imaginármelo. Imaginarme cómo es. Imaginarte saliendo por la puerta del andén, para ayudarme con la maleta. Imaginarte caminando despacio y en silencio, a mi lado, mientras te cuento que han pasado diez minutos, cien minutos, mil minutos. ¿quién sabe?
Tal vez recuerdes que prometiste volver. O tal vez yo recuerde que no lo dijiste nunca. O si?
¿Cuánto tiempo llevo en este tren? Soy la señorita Wang. Y hablo sola.

 
La distancia es una línea imaginaria entre mañana y un pie de limón (2016)


Empezamos hoy por no hacer. Para no hacer lo innecesario, y para hacer lo innecesario también, porque en cada número, en cada acto intentamos desvanecernos. Recorremos el camino hacia la nada. Nos inventamos un vacío que no existe.
En el desvanecimiento de las cosas, de las ideas – incluso de los afectos – radica el germen de la nada. Y en ella es posible encontrar lo nuevo, lo desconocido.

As you can see, we are creating a void.
We are absolutely determined to leave you all asking for something… for something to happen.
17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27…
But, you will never get it from us. This void, this emptyness, this… silence is all we could come up with. Nothing else was achieved as we rehearsed, improvised and created what we created.
And this void, this unbearable lack of sense, substance and content is for you to fill. It is for you to come up with what we couldn’t make for ourselves.
So, here we are, just travelling from one place to the other, in the most bizarre and senseless ways. There is no other way to travel. Not for us, at least.
28, 29, 30…
31, 32, 33,34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41,42,43,44, 45, 46, 47…
Como pueden ver estamos creando un vacío. Porque estamos completamente decididos a dejarlos con el deseo de algo. De que algo realmente suceda.
Pero… nosotros no lo vamos a crear. No podemos. No debemos.
Esa es su tarea.
A ustedes les corresponde llenar esto de sentido. A ustedes les corresponde crear lo que nosotros vaciamos hoy.
51, 52, 53, …
La distancia es una línea imaginaria entre mañana y un pie de limón
La distancia es el tiempo entre el final de mi ceja derecha y el inicio de la izquierda.

Lo que nos mantiene unidos es el deseo. Ese irresistible deseo de movernos y de viajar por el espacio. Esta parecería una razón poco lógica, innecesaria. Pero no es posible que venzamos el deseo. Y tampoco queremos hacerlo.
En la evanescencia de los cuerpos y las ideas, de su huella, aparece el lugar para un cuerpo nuevo, otro, diferente. Pero el acto evanescente es un acto al fin; y por ello solo es posible construyendo caminos, estructuras, recorridos, filiaciones. Así que evanescer es también dejar una huella. ¿Entendieron?
57, 58, 59, 60….


Vanishing act (2017)

I.-
Inventamos el tiempo y el espacio. Inventamos los caminos y las esquinas, las oraciones y los mantras. También inventamos los sonidos que, infructuosamente, pretenden camuflar el silencio; inventamos los arcos y las flechas que rara vez aciertan en la diana, los adornos y las luces que engalanan el moho que recubre los recuerdos; y recordamos más dulce y nostálgicamente de lo que vivimos.
Inventamos un sinfín de palabras y signos para explicarnos el miedo a la muerte y el vacío; entramos en detalles sobre cosas que no entendemos ni de lejos. Ni de cerca entendemos lo que inventamos, lo que artificiamos en cada inicio y en cada final.
Pero es inútil. Solo basta una vuelta más de la tuerca, una palabra suelta o un lazo mal atado, y naufragamos irremediablemente, una vez más. Naufragamos estrepitosa, violentamente. Naufragamos arrastrando con nosotros los otros naufragios, de los que hemos sido autores y de los que no. Naufragamos sin posibilidad alguna de salvación, desbordados por el despecho, rezumando pena y dolor. Naufragamos en silencio y hasta el fondo, despojándonos de cualquier resquicio de valor, de fe y de esperanza. Naufragamos entre los transeúntes, en medio del río, al cruzar la calle. Naufragamos creyendo en la ternura, como si ella nos hubiera alguna vez elegido. Naufragamos con un nudo en la garganta, tan grande y tan duro que nos ahoga antes de darnos cuenta que estamos naufragando de nuevo.

II.-
Que bien debe ser poder desaparecer.
Lograr perderse en la niebla, con un amor bajo el brazo,
en espera de un beso.
Bien debe estar robar la transparencia del celofán,
El polvo del ala de una mariposa,
La flor del higo,
El último copo de la tormenta.
Y tras él, correr con la suerte del atardecer.
Durar menos que un segundo,
Durar menos que la mirada de un ciego,
Y menos que el espacio entre tus piernas.
Que bien debe ser poder desaparecer.
Ser solo tres gotas de agua bajo el sol,
Un día de invierno en el polo,
Un corazón roto,
Un punto al final del libro.
Durar la pasión del joven,
La salud del viejo,
El amor del lagarto.
Que bien debe ser poder desaparecer.
Abrazar el aire y hacer puf!
Puf! Puf! Puf!
Pero antes, ja!… antes dejar la piel,
el nombre y las monedas
Todo. Todo. Todo por el placer de nunca más estar.

III.-
Mañana en la batalla piensa en mí. Y en el tiempo en que fuimos uno, de papel, helado y sueño. Mañana, cuando el ruido ensordecedor de una granada te devuelva el silencio en el que el tiempo se detiene y la lluvia se suspende en el aire, recuerda el color de mis ojos iracundos y ansiosos, de mi boca hinchada por callarme el deseo, de mis dedos morados de apretarlos contra tus muslos.
Mañana en la batalla piensa en mí. Yo estaré tres metros bajo tierra, rezumando pus y bailando con los gusanos, sonriendo porque el tiempo te habrá hecho justicia, te habrá mantenido vivo para vengar el silencio de tus labios, la flacidez de tu puño, la tibieza de tu deseo. Mañana en la batalla piensa en mí, aun cuando no recuerdes mi nombre, ni mis ojos, ni mis manos, ni mis dedos, ni mis flores. Porque no habrá final para esta guerra, para esta paz, para esta muerte. Tu inmortalidad será tu castigo, tu infierno y tu sino. Por amar fantasmas, por sentarte a esperar, por callar y callar.
Mañana en la batalla piensa en mí. No habrá nada más que hacer, nada más.


Invierno, diez formas de sentir frío (2018)

Primera forma.- La falta de calor

Las húmedas tintas del amanecer se diluyen en su azul.
En la neblina del ribero nace una conciencia nueva
Era una de las noches en Marzo, cuando el invierno
Parece que quiere apoderarse que le pertenece
Y con una ira desesperada echa sus nieves últimas a la tierra.
En el ribero de un río congelado,
Se acurruca madre en el apretamiento del espasmo
Una conciencia nueva nace en el mundo
Quiero gritar, ¡no puedo!
No estoy respirando todavía
Mi cuerdas vocales se estiran
No hay nada que crearía un tono
No hay nada que las haga temblar
Una fuerza extraňa me empuja en un espacio mucho más pequeňo que soy yo
Una presión inmensa tritura mi cabeza
Salgo del calor y la suavidad
Entre dureza y frialdad
Estoy dispuesto al frío, un toque de manos extraňos,
Al sonido mucho más alto, penetrante que en cualquier momento antes
El sonido corta dentro de los lados de mi cabeza

Jsem napospas zimě, doteku cizích rukou,
Siento un frío absurdo, no quiero estar aquí
Grito, ahora sí puedo!
No, no la corten!
Humedad fría entra mi estómago,
Cortado del orígen,
Solo, en la oscuridad, acostado, mojado
La humedad de muerte me muerde en las articulaciones
Corro porque es la única
manera en que la humedad desaparece.

Segunda forma.- La cinética
Corre, corre, corre. Si corres en círculos, sin parar, el viento empieza a calentarse, a volverse más liviano, a dejar de ser pesado.
Cuando corres, pisa silenciosamente,
No quiero escuchar tus pasos!
Cuando corres cortas el aire con tu cuerpo, como un barco
Estás creando ondas que soplan sobre el público presente
Se crea una fricción.
Fricción significa calor
El calor que sale dentro de nosotros es el mismo calor que sale del sol
A ti huérfano no fue dado el abrazo caliente de la madre
Tus piernas de plomo arrastras en el mundo solo
Mira adelante, no hay porque mirar hacia atrás
No tienes miedo y no suspiras,
tus manos, ateridas, ya luego las vas a calentar sobre el fueguito
Él lava el frío de ti, él lava la soledad y el miedo de ti
Por lo menos por un momentito,
Un perro vagabundo, versado, aprieta su lado sobre ti
Va a ser tu hermano, va a ser tu apoyo, por lo menos por un momentito
Arregla tu frente ceñuda, ¿nadie te ha dicho que te van a salir arrugas?
No desperdicies la agua y la sal que corren por tus mejillas,
Ya va a estar todo bien.

Corre porque es la única manera en que la humedad desaparece.

Tercera forma.- Las palabras se congelan en el aire (Nan. a Ri. - poté, co doběhnout pozadu)
Hablar sin callar.
Las palabras salen de la boca y se congelan en el aire.
Hablar sin callar y que nadie me escuche.

Zkřehle se chvět v mrazivém sněhu,
V roztrhané košili, nemoci se pohnout
Mé chladné, vytřeštěné oči hledí do prázdna
v nelítostném vání strašného větru,
pobíhat sem a tam a zimou podupávat
v nezměrném mrazu cvakat zuby.
Už za chvíli je uvidíš
9 ležících
9 schoulených,
Mluví a neutiší se,
Mluví, aniž by je kdo poslouchal
Tvůj obraz zamrzl, nejde ani zvuk ani obraz
Nevidím, ani neslyším
Zmizel jsi, jsi přerušen
Ticho, nic nevzniká,
vesmír obkolupuje holé nic
není o co se třít
není o co se přít
není o co se
Není kam se.

No hay nada más que decir..

Cuarta forma.- Los pies descalzos, llenos de ampollas 

Dentro de un rato, Danilo estará acostado. Mirará sus manos atentamente, el dorso, la palma.
Temerá profundamente a que se le arruguen. Pero no podrá hacer nada, el frío es inclemente.

Poznal, že utrpení i svoboda mají své meze a že tyto meze jsou velmi blízko sebe; že člověk, který trpěl proto, že se mu na jeho lůžku z růží ohnul jeden plátek, trpěl stejně, jako teď trpí on, když usíná na holé vlhké zemi, kde je mu na jedné straně teplo a na druhé zima; že když si kdysi obouval své úzké plesové střevíce, trpěl právě tak, jako trpí teď, když jde už docela bos a s nohama pokrytýma boláky.

Fabián está de pie y ahora continúa moviéndose.


Quinta forma.- el frío en la literatura (cuando Pedro comienza a correr
La quinta forma de sentir frío no existe.
Como no existe, hay la posibilidad de ignorarlo.
Si se ignora, no se siente. Es como todo en la vida.
Cortesía fría, forzada por la diferencia social
Mirada fría, discurso desapegado
Cara frío detrás del vidrio de la ventana
Expresión de la resistencia y de la firmeza helada
Burla fría en una cara gris y ojos con un brillo de gato
Tono frío de tu voz
Sonrisa fría, que no quiso ser violenta.

Tengo cicatrices de otra persona. ¿De donde vienen? Esto pensó mientras su cabeza se agitaba inertemente en el ritmo de la marcha desigual de la masa. Los ojos de cristal hundidos profundamente en los cráneos miraron el vacío ausente.

Esto no necesitamos aceptar.

Sexta forma.- Algo que te supera
La sexta forma es algo absurdo.
En invierno viajaremos, sobre cojines azules, en un vagoncito rosa. ¿A dónde llegamos?
En una paisaje invernal viajaremos sobre nubecillas, vagoncitos de cielo
Cuando me quedo sordo y ciego
Cuando pierda las piernas y los brazos,
Mi única parte móvil van a ser mis labios.
Voy a apretar mis labios a los tuyos y voy a contarte un cuento de hadas
Volamos, a veces girando la cara pálida,
Y el frío del horror corre sobre nuestra espalda.
Nos levantamos y caemos otra vez, nos cogemos y nos resbalamos
Un temporal de nieve seco, una bruja perturbó la puerta y nos golpeó sobre la oreja con su escoba. Nos dejó sin respiración y enterró el perro con la nieve.
Temblando con el frío matinal
Entramos en las calles vacías,
Iluminadas con la luz del amanecer nítido.

Y en la puerta espera, agazapado, el viento infame, helado, perverso.


Secreto.- una cosa muy importante
Bueno, escúchame Estefanía, voy a decirte algo súper importante, pero te advierto, no lo digas absolutamente a nadie!!! Entendiste?

Bueno, esta es mi teoría personal, es una cosa así, te explico desde el inicio, entonces el invierno, por supuesto, un sustantivo masculino, se refiere a una estación anual. Es la temporada más fría del año que en el hemisferio boreal de la tierra pertenece a los meses de diciembre hasta febrero, y en el austral de Junio hasta Agosto. Esto depende del ángulo de exposición al sol, resultando en días cortos, largas noches y temperaturas generalmente bajas.
En las naciones ecuatoriales, es una temporada de lluvias abundantes que dura con intermitencias aproximadamente de seis meses y que se opone a la estación seca.

Así es, y ahora:
¿Sabías que la palabra invierno tiene solo una letra diferente que la palabra infierno?
Esas letras son además gramaticalmente ambiguas, entonces fonéticamente confundibles.
¡Qué casualidad! ¿No te parece? Cuando yo lo descubrí, pensé “qué cosa!”

Séptima forma.- Un toque superficial

Hablar despacio. Caminar lento. Abrazar la pierna, besar la rodilla.
Tocar la espalda de una otra persona,
Dotek, un toque
Un toque superficial
Un toque que casi no puedes sentir, pero aún así,
causa una explosión en la superficie de tu cuerpo entero
Un toque que no esperas
Un toque de los labios
Un toque del aliento en el pescuezo
Un toque de una persona amada
Un toque de un mano extraňa
Un toque de una materia fría
Un toque frío de hierro

¡No me toques!
¡Espera aquí!

Octava forma.- La distancia
La distancia entre dos personas que se abrazan,
el vacío que llena este abrazo,
Las palmadas en la espalda duelen
La distancia entre dos personas que se abrazan,
Las palmadas en la espalda duelen
Intentan callar que ya están lejos uno del otro.
El vacío que llena este abrazo
empuja sus pechos
Juntos y cada uno en otro lugar
Cautelosamente, caminan sobre el hielo con un paso lento
Y temen que se rompa
Sin movimientos bruscos, sobre todo no resbalar, no caer
Para que el hielo no se rompa y no cierre su tapa estricta
¿Que piensan?, ¿hay una peor forma de sentir frío?
Y, by the way, la distancia es una línea imaginaria entre maňana y un pie de limón

Novena forma.- Perfecta forma del hielo. 
En mi espalda un bloque de fría agua endurecida, y dentro de él, mil moscas petrificadas y enamoradas.
Por debajo, la piel.
y el silencio, las llagas y el misterio.
por debajo, dos suspiros de hielo,
cinco alacranes borrachos de ira mordiéndome la razón,
corriendo desesperados sobre sus uñas de cielo,
aplastando las últimas brasas de la memoria.
por debajo, un pequeño y loco espantapájaros,
un pequeño y loco,
un pequeño oscuro pájaro…
Ya no va a cantar más.

Décima forma.- Morir
Diez veces ha soplado el frío. Diez veces corrí sin respirar. Diez veces he perdido la batalla contra la nieve en mi nariz. No importa. Enfriarse es vivir también.

No camino más sobre la hierba crespa, ni me abrazo ya a su torso viejo. Solo tengo ahora un dedo más largo, un ojo más ciego, un cielo más negro.

Las ruedas han callado y no hay arrullo para este plan de muerte. Yazco tumbado sobre el viento. Floto sin peso bajo el suelo, me saludan los d de los tiestos. El Sagrado Corazón de Jesús es un punto blanco en la pared y destella débil y en silencio -me hace guiños de misterio, me susurra besos sin aliento.

Ya no hay arrullo, ya no hay silencio, ya no hablo más de mi fallido plan de muerte…
  • Cuenca, Ecuador

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